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jueves, 21 de marzo de 2013

De al-Andalus a Sefarad .

Un viaje por la historia y cultura del mundo andalusí a través de sus personajes, hechos,lugares y leyendas.La herencia musulmana, mozárabe y sefardí ha desplegado el amplio abanico de la sabiduría y el arte.

Por Elisa Simon
 
 
 
 
Introducción:

La presencia judía en la Península se remonta a época romana. Después de sobrevivir a los visigodos, los sefardíes jugaron un papel importante durante la conquista musulmana del 711, apoyando y ayudando a los hombres de Musa y Tariq en su avance por la Península. A lo largo de los siglos de época andalusí, los sefardíes alcanzaron su máximo esplendor en todas las facetas. En al-Andalus, los judíos o yahudiyyun, integraban la llamada “ahl ad-dimmi”, es decir, la familia o gente protegida por el Islam, al considerarlos “gentes del Libro”. El estado musulmán exigía el pago de un impuesto de capitación llamado yizya.

Organización de las comunidades judías en al-Andalus:

Las comunidades sefardíes en al-Andalus, contaban con una figura principal, llamado nasí o nagid. Debía ser una persona honrada, honesta, culto, de gran prestigio, estimado por los suyos. Uno de los mejores ejemplos de nasí de al-Andalus, es la figura de Hasday Ibn Shaprut, del cual ya hablamos en otros artículos de este blog. El cargo de nasí lo nombraba el gobierno andalusí. Sus funciones más importantes consistían en ocuparse de los asuntos comunitarios en territorio andalusí, mantener contacto con otras comunidades judías fuera de al-Andalus, representar a los sefardíes frente al gobierno andalusí.

Cada comunidad contaba con dos autoridades, el rabino para temas religiosos y el dayyan o juez para arreglar los litigios internos.
 
Emplazamiento de las juderías en al-Andalus:

 
En general, las juderías andalusíes no estuvieron cercadas. En muchos casos se trataba de arrabales o barrios periféricos a la medina, situados en los caminos principales de las ciudades. Las juderías solían estar cerca de un edificio del gobierno, podían también estar localizadas pegadas a las murallas de las ciudades, bien intramuros o bien extramuros.
La vida diaria giraba en torno a la sinagoga, el mercado, la escuela, la casa. Centrándonos en Sevilla, debemos dar un previo repaso a la estructura de la ciudad en aquellos tiempos.
Judería andalusí de Sevilla:
 
En cuanto a su emplazamiento, las fuentes son escasas, otras son confusas, tampoco se han realizado trabajos de investigación arqueológica, por lo que el grueso de este artículo es una hipótesis, una teoría de dónde podrían haber estado localizadas las juderías andalusíes.
Siguiendo las pocas pistas nos llevan a tres entornos de Sevilla: la actual parroquia de la Magdalena, parroquia de San Lorenzo y parroquia de San Pedro.

 
<!--[if !supportLists]-->- <!--[endif]-->San Pedro: siguiendo las características estructurales de las ciudades, este entorno cumple, por decirlo de alguna forma, todos los puntos antes descritos: En época califal, taifa y almorávide existía un palacio administrativo llamado al-Mukarram. Es curioso que una de las calles donde estaría su emplazamiento, se llame hoy día, Alcázares. Contaba con salida a dos caminos importantes hacia el norte de la ciudad, lo cual facilitaba la entrada y salida de mercaderías. Una zona de la judería estaría pegada a la muralla califal, como se puede apreciar bien en el mapa del video. Hoy en día se encuentran en esa zona de Sevilla, tres Iglesias, dos de ellas mudéjares, de pequeñas dimensiones. ¿Podrían haber sido antiguas sinagogas?
<!--[if !supportLists]-->- <!--[endif]-->Magdalena: revisando las características y observando el plano del video, situamos esta teoría fuera de la muralla califal. Y no solo eso, sino que la judería estaría separada de la medina por un brazo del río Guadalquivir. Sigamos esta hipótesis. La judería estaría cerca de una de las puertas de acceso a la medina, una de las más importantes, ya que por ella entraban los productos y mercadería tanto de la zona del aljarafe como del puerto fluvial. No olvidemos que el puente de barcas no se construye hasta la llegada de los almohades, hasta entonces el transporte se debía hacer con barcas. Debemos situar el muelle de la Sal no muy lejos del emplazamiento de esta segunda teoría de la judería andalusí. Muchos sefardíes trabajaban en el puerto, como mercaderes o comerciante de productos de lujo, como telas, perfumes, libros, joyas, procedentes de países mediterráneos. Situar la judería en este enclave podría tener su lógica, a pesar de quedar extramuros, ya que tendrían cerca la actividad comercial del puerto y fácil acceso a la medina.
<!--[if !supportLists]-->- <!--[endif]-->San Lorenzo: en este caso, la teoría no guarda las características arriba indicadas. Pero empecemos desde el norte, apoyándonos en el mapa del video. Vemos una laguna, la buhayra grande, que en tiempos abbadíes fue disecada, pero no del todo. Aquella laguna media seca se convirtió con el tiempo en un vertedero extramuros. Siguiendo el mapa, en esa parte, la muralla da un giro bastante pronunciado y no hay ninguna puerta de acceso a la medina. En aquella zona no había ningún edificio del gobierno. Parece que el rey al-Mu´tamid tenía junto al río un palacio de verano, más o menos donde se sitúa hoy el convento de San Clemente. Sin embargo, según mi humilde opinión, veo este emplazamiento teórico con poca base. Está muy alejado de la medina, sin acceso a ella y junto al vertedero de la ciudad. Teniendo en cuenta la importancia que alcanzó la judería en el siglo XI, no me cuadra que estuviera localizada en un entorno semejante.
Resumiendo estas hipótesis y dando una opinión personal, pienso que la localización de la judería andalusí más razonable es en la zona de San Pedro.
 
Desarrollo de la judería andalusí:
Aprovechemos para dar un repaso general a la historia de la judería andalusí de Sevilla a través de sus personajes ilustres:
Durante el período emiral y califal, la judería sevillana, vivió a la sombra de la de Córdoba, pero no por eso fue menos próspera, su rabino se llamaba Saadia ben Joseph. En general, los sefardíes se dedicaron al comercio fluvial y terrestre, la artesanía y la medicina. Después de la caída del califato y durante la fitna o guerra civil, (1023- 1031) los sefardíes, al igual que todos los andalusíes, apoyaron a unos y otros dirigentes que ocuparon el moribundo trono califal. La creación de los reinos de taifas, provocó un peregrinaje de los científicos y literatos que buscaban un mecenas. Así, Granada, Sevilla o Zaragoza recibieron familias sefardíes ilustres que destacaron en política y las ciencias. Familias nobles sefardíes que alcanzaron gran fama a lo largo del siglo XI son: Los Baruch al-Balia, Los Ibn Muhajir, los Ibn Azhar, los ben Migash, los Ben al-Yatom, los Abrabanel.
La judería andalusí llegó a su máxima extensión en el siglo XI, bajo la dinastía abbadí. El proceso se debió a una serie de oleadas de sefardíes, que huyendo de otras taifas, encontraron refugio en Sevilla. Hubo una primera llegada de cordobeses a principios del siglo XI. Más tarde, en el 1066, arribaron a Sevilla un gran número de sefardíes granadinos, los cuales abandonaron Granada, a raíz de la revuelta popular después del asesinato del visir judío Joseph ibn Nagrella (hijo de Samuel Ibn Nagrella). Una tercera oleada se produjo después de la caída de Toledo en el 1085. Este suceso causó una gran conmoción en todo al-Andalus y a todos los niveles. El mapa de al-Andalus se redujo de forma alarmante, mientras el rey leonés Alfonso VI no cesaba de hostigar, con razzias y exigiendo más y más dinero de los reyes taifas. La pérdida de Toledo supuso el principio del fin de los reinos de taifas. 
Familias ilustres de la judería:
Las familias más ilustres y ricas encontraron su lugar entre los cortesanos del rey al-Mu´tadid y su hijo el rey al-Mu´tamid. Isaac ben Baruch al-Balia, ocupó el cargo de nasí de la taifa sevillana y formaba parte de la corte como matemático y astrónomo. Isaac ben Baruch Al-Balia (Córdoba 1035 – Granada 1094) fue un gran talmudista y rabino de Sevilla. Procedía de una de las familias judías más antiguas de la Península. Según parece se habían asentado primero en Mérida en época romana, hasta que se trasladaron en un momento dado a Córdoba, donde formaban parte de la élite sefardí. Ben Baruch, coleccionaba libros, logró así reunir una importante biblioteca, la cual convirtió en un centro de enseñanza para los sefardíes.
Bajo los reinados de al-Mu´tadid y al-Mu´tamid ocupó el puesto de visir el sefardí Abraham ben Meir ibn Muhajir, mientras que su hermano Abu Sulayman ibn Muhajir se dedicó a la poesía de la corte junto con Abu al-Fath Eleazar ibn Azhar.
Un sevillano ilustre fue el talmudista Joseph Meir ben Migash (1077 – 1141). De familia influyente, recibió una esmerada educación. Su padre lo envió a Lucena a estudiar en la escuela talmúdica. Allí fue el discípulo del gran sabio Isaac ben Jacob al-Fezí, quien lo tomó como un hijo y le enseño durante 14 años el Talmud y demás ciencias. Cuando al-Fezí, director de la academia estaba al final de su vida, dejó escrito que fuera el joven ben Migash quien lo sucediera. Así fue. Tenía ben Migash 26 años cuando se hizo cargo de la dirección de la Academia de Lucena. Estuvo al frente de ella 38 años, durante los cuales la Academia alcanzó su máximo esplendor. El padre de Maimónides estudió allí.



Bajo los almorávides alcanzó gran fama el sevillano Abu Ayyub Sulayman Mu´allím al-Yahudi, médico de la corte almorávide de Alí ibn Tashufin. Según parece se trasladó con él a Marraquech. Compartió la corte con el sefardí Abu-l-Hasan Abraham ben Meir ben Kamneil, como diplomático.
La primera etapa almohade provocó que muchas familias emigraran a otros sitios, debido al ambiente hostil de los primeros tiempos. Los sefardíes sevillanos llegaron a ciudades como Gerona, Barcelona o Toledo, así como a distintas ciudades a lo largo del Mediterráneo, como Fez o el-Fustat (El Cairo), por ejemplo. La judería inició un periodo de decadencia. Los motivos pueden ser por la disminución de sefardíes, así como su pérdida de influencia en política y economía. Hay que recordar también las enormes obras de expansión y embellecimiento que tuvo Sevilla bajo los almohades, lo cual transformó la vieja medina en una ciudad capital de al-Andalus.
En 1248 el rey Fernando III conquistó Sevilla. Se produjo el repartimiento de la ciudad y entregó un distrito a los sefardíes (hoy Santa Cruz y San Bartolomé), es decir, que había una comunidad judía en Sevilla en el momento de la caída de los almohades. Fernando III hizo una maniobra repetida a lo largo de la historia, con el fin de debilitar un grupo o comunidad de una ciudad: desplazó la judería andalusí hacia la zona de los actuales barrios de Santa Cruz y San Bartolomé, la nueva judería.

Mapas aportados por Mario José Mañas López


REFRANES de “Refranero Sefardí” Centro educativo Sefardí en Jerusalem, sección latinoamericana.

<!--[if !supportLists]-->- <!--[endif]-->El se lo kanta, él se lo baila. (el se lo guisa y el se lo come)
<!--[if !supportLists]-->- <!--[endif]-->El loko da, el sezudo toma ( el inteligente sabe aprovechar las oportunidades)
<!--[if !supportLists]-->- <!--[endif]-->Ken bien se quiere, en poco lugar cave
<!--[if !supportLists]-->- <!--[endif]-->La mijor palabra es la ke no se avla.
<!--[if !supportLists]-->- <!--[endif]-->La manseves es una vez, el ke se la goza sabe lo ke es.
<!--[if !supportLists]-->- <!--[endif]-->Amigo ke no empresta i kuchio ke ni korta, si se pierden poko importa
<!--[if !supportLists]-->- <!--[endif]-->Al ijo como lo ambezates, al marido como lo anzates (al hijo como lo educaste, al marido como le enseñaste)
<!--[if !supportLists]-->- <!--[endif]-->La ke tiene butika debaso del umbligo, no se muere ni de ambre ni de frio. (la mujer seductora no se muere ni de hambre, ni de frío)
<!--[if !supportLists]-->- <!--[endif]-->De lo ke vees creete la mitad, i de lo ke oyes, nada
<!--[if !supportLists]-->- <!--[endif]-->Del viejo, el konsejo y del riko, el remedio
<!--[if !supportLists]-->- <!--[endif]-->La fortuna tiene dos pies, kon el uno viene, kon el otro se va
<!--[if !supportLists]-->- <!--[endif]-->Mas vale ser kavesa de ratón i no kola de león
<!--[if !supportLists]-->- <!--[endif]-->Kompra fama buena i échate a durmir
<!--[if !supportLists]-->- <!--[endif]-->Ken te izo cuzinera? El safran o la pimienta?

Texto del libro “Sabores y misterios de la cocina sefardí” por Patricia Finzi. Grupo editorial Shalom.

El pranso

Grande pleto en la kuzina de la senyora Perla, mi vizina.
Un grande pranso tenía ke aparejar, i aínda no savía kualo gizar.
En sima de la meza en la kuzina de la senyora Perla, mi vizina tomates, pimintones, berendjenas, patatas, pipinos, sivoyas i kalavasikas.
Saltó la berendjena:
<!--[if !supportLists]-->- <!--[endif]-->Yo so ermoza, grande i morena;
Yo en la meza so la reyna;
Me komen en salata o me gizan.
Saltó el tomate, kolorido i polpudo:
<!--[if !supportLists]-->- <!--[endif]-->A mi me komen gizado o krudo;
Me meten en kada comida.
<!--[if !supportLists]-->- <!--[endif]-->Bueno, bueno – disho la kalavasika-
Gizándome kon ajiko i tomate
Yo también so muy savorida.
Saltaron la sivoya, la patata i el pipino:
<!--[if !supportLists]-->- <!--[endif]-->Porké a nosotros no metís tino?
Entones la senyora Perla, mi vizina, mareada, se fuyó de la kuzina. Se asentó en el salón, en la mano un papel y un krayón.
I en el papel kon el krayón eskrivió:
Salata de tomate, sivoya, pipino, azeyte, prishil i limón,
Por seguro le agradará a mi marido Shimón.
Berendjena frita kon tomate, vinagre i ajiko,
Es la salata preferita de mi ijiko.
La kalavasika bien kavakada será kon arroz y prishil incida,
I muncha sabor le va dar mismo al mas difisil paladar.
Una gayina al orno con patatikas i bizelia,
Por seguro se chupará los dedos la familia.
Un buen arroz kon salsika de tomate y garvanso
Kompletaran este ermozo pranso.
I es ansí ke la senyora Perla, mi vizina, metió paz i orden en la kuzina.
(Isahar Avzaradel – Ashdod Israel, extraído del libro “Sabores y misterios de la cocina Sefaradí)
 

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